La historia de Mico

La madre de Mico llegó preñada al Centro de Primates. A punto de parir, venía intoxicada con pintura y falleció horas después de nacer Mico. Tuvimos que hacernos cargo de ella día y noche para sacarla adelante. Ahora cumplió 13 años y vive en el grupo de Sebastián junto a Martín

Mico nació en Noviembre de 2008, al perder a su madre requiere del calor que le brinden de forma externa, ya que su cuerpo no genera el calor suficiente para mantenerla en forma, apenas se mueve al ser un bebé y depende 100% de su madre a esa edad.

Con tan solo unas semanas de vida es claro el instinto de los Primates en agarrarse a sus madres, Mico está siempre en una manta de polar para darle calor y que se sienta segura aferrándose a algo suave y peludo, como lo sería su mamá.

Al no tener a su madre, Mico debe ser alimentada con leche maternizada en mamadera, toma a penas 10cc cada vez y luego duerme, ya esta mas tranquila, no ha vocalizado angustiada. Las primeras noches lloraba varias veces y no era de hambre.

Algunas de las razones por las que los Primates son traficados de bebés es porque son muy tiernos, se pueden criar muy similar a un humano, aquí Rosario Muñoz, sobrina de Elba Muñoz está alimentando a Mico mientras Elba sigue trabajando.

Elba siempre habla con los Primates que cría, al igual que cualquier bebé, necesitan estímulos, estar protegidos, cálidos y alertas a su entorno, cuando Mico se siente cómoda mientras la pasean al sol y le hablan, comienza a quedarse dormida.

Mico requiere atención todo el tiempo, no puede valerse por si misma aún con tan solo 3 semanas, aquí Rose y Sophie, unas voluntarias inglesas que están trabajando en el Centro haciendo cercos para los hábitats de los monos del sector desierto, la están mimando y paseando para que tome sol.

En Diciembre de 2008 con ya casi 1 mes de vida, Mico se sigue alimentando con mamadera, sus comidas son más distanciadas y sus sueños un poco más largos, pero sigue requiriendo mucha atención, seguridad y calor.

Puede parecer algo muy simple, pero la elección de un grupo para un Primate lleva un largo tiempo, aquí Elba ya tiene pensado que el grupo de Sebastián puede ser un buen hogar para Mico y se las va a presentar, es muy importante tener en cuenta las reacciones de cada integrante del grupo, prestar atención a todos los detalles puede determinar si al momento de ingresar al Primate a su grupo lo recibirán bien o se cometió un error y el monito puede salir dañado si no le cae bien a algún integrante.

Afortunadamente para Mico, el grupo de Sebastián ya había recibido unos años atrás a Martín, quien ahora afectuosamente la acaricia. Martín también fue criado por Elba y es un juvenil, Nachita que mira tan atentamente a Mico, también es una hembra juvenil, por lo que forman un grupo muy tranquilo y adecuado para su nueva integrante.

Con la aprobación de Sebastián, el líder del grupo, Martín y Nachita, Elba ya se encuentra segura de que en cuanto Mico sea más independiente, ellos serán su nueva familia.

Mico ya está con más confianza y a las horas en que duerme queda sobre la cama, mientras dormía, Bala una de las gatas que tiene Elba en su casa, decidió tomar la siesta con ella y hacerse compañía mutuamente.

Una vez que Mico despertó y se dio cuenta de su compañía estaba muy contenta, vocalizaba en forma amistosa, la miraba, la intentaba tocar y jugar con ella.

Mico ya tiene 1 mes, pesa casi 500g y está cada vez más activa, nuestro trabajo de hacerla entender que es un mono da sus frutos, reconoce a los otros Capuchinos, vocaliza como ellos e intenta imitarlos.

Aquí podemos comparar el tamaño de Mico con un control remoto y darnos cuento lo frágil que son al momento de ser traficados los animales, tan pequeños, sin su familia, totalmente dependientes, incapaz si quiera de alimentarse solos aún, es por ellos que cerca del 90% de los animales traficados mueren entre que son quitados a sus madres, trasportados al lugar de venta y logran ser vendidos.

Aquí podemos ver el ingenio del personal del Centro para crear una cama portátil para poder continuar trabajando mientras cuidan a Mico, siempre que hay una cría nueva que por una u otra razón se debe cuidar fuera de un grupo de Primates se deben hacer este tipo de cosas.

Aquí está Tebo, otro gato que vive en casa de Elba acompañando a Mico, quien se agarra como si fuera su madre, le vocaliza y trata de jugar con él.

Mico ya comienza a ser más activa y a comportarse como un niño, prueba todo lo que puede, se hecha todo a la boca, rompe cosas y hace desorden, aún es dócil porque no tiene fuerza y a penas tiene dientes.

Entre las razones de por qué los Primates que están en las casas acaban encerrados en pequeñas jaulas, aislados o encadenados es debido a que cuando crecen y ya son más independientes, empiezan a hacer desastres, rompen todo y cuando llegan a la adolescencia se ponen agresivos, porque ya son autosuficientes y maduros, tanto física, emocional y sexualmente e instintivamente buscan el liderazgo del grupo.

A esta edad, aún son controlables, hacen un desastre y si los retan, suelen buscar a la madre y calmarse, aquí Mico tras jugar con todo lo que pilla, aunque sea a media noche, si se ha despertado y nadie la vigila, trepa por donde pueda, muerde todo y se esconde donde pueda.

Aquí Mico ya tiene cerca de 4 meses, es Marzo de 2009 y está en el proceso en que empieza a alejarse de la madre, ya da saltos, camina lejos, pero igual cuando pierde de vista a quien lo está cuidando y se asusta, comienza a vocalizar asustada, pidiendo que vayan a ayudarle.

La uva ha sido la primera fruta que ha comido, está comenzando a dejar de tomar leche y empezar a comer por si sola.

En Junio de 2009, Mico ya tiene casi 7 meses, ya trepa bien, come bien, es casi independiente, aquí está con Benjamín Montenegro Almazán, nieto de Elba Muñoz, juegan juntos cada vez que él visita su casa.

En Julio, ya con 8 meses, más activa, se maneja bien por todos lados, trepa, come, está lista para integrarse a su grupo con Sebastián, Martín y Nachita, pero el clima no se lo permite, al no estar acostumbrada a estar en el frío sin alguien que la cobije podría caer enferma, por lo que se comienza poco a poco a llevar sólo algunos días soleados y calurosos a la jaula por un par de horas y vuelve a entrar a la casa.

Aquí Mico hace una visita a su próximo hogar, sólo permanece un par de horas, explora, come todo lo que pilla, salta y se comunica con los otros de su especie.

Ya en Agosto, con cerca de 9 meses, las jaulas bien climatizadas ya Mico es liberada con su grupo.